Album Cover Pero Que Hermosas Eran

Pero Que Hermosas Eran

Sabina Joaquin

4

Mi primera mujer era una arpía,

pero, muchacho,

el punto del gazpacho.

joder si lo tenía,

se llamaba... digamos que Sofía.

Un mal día

me puso las maletas

a los pies de la estatua, de un poeta,

que esta, inmortalizado,

en su glorieta.

Después de, no se asombren,

registrar, a su nombre,

mi chalet adosado,

mi visa, mi pasado,

su prisa y su futuro,

dejándome tirado

y sin un duro.

La gota que colmó,

damas y caballeros,

el vaso de su amor,

fue de colesterol.

Harto, tras dos infartos,

de acercarme al tercero...

al sístole y al diástole

de mi corazón

le puse un marcapasos,

que andaba con retraso,

haciendo interferencias

en la frecuencia

del televisor.

Desde que la perdí

hasta hoy, pobre de mí,

cada vez más borracho,

ruedo de mostrador

en mostrador:

jefe: ¿tienen gazpacho?

Pero... qué hermosa era

cuando iba de mi brazo por la acera,

¿ustedes me han mirado?,

pedirle a ese bombón que me quisiera

¿no les parece que era

pedirle demasiado?

Mi segunda mujer

era una bruja

y yo, tan mamarracho, que besaba

el suelo que pisaba.

Se llamaba... digamos que Maruja.

Aquel día

volví pronto del tajo,

y, en mi cama,

debajo

de un idiota,

una dama,

en pelotas,

se lo hacía.

Y yo que nunca había

estado en una orgía,

quitándome las botas,

me dije: "ésta es la mía",

y tanto que lo era,

la del tacón de aguja

era Maruja.

"Entre ese idiota y yo,

cual Júpiter tronante,

tú eliges" dije yo,

¿que qué me contestó?

sin dudarlo un instante,

"me voy con el idiota".

Y ustedes, que creían,

que el idiota era yo,

pues no,

la muy pendón

se iba y se venía,

poniéndose las botas,

con el menos idiota

de los dos.

Y ¿saben qué les digo?

aquel idiota y yo

nos hicimos amigos,

el día que Maruj